PROYECTO MEDRACO (Medición de Radiación Cósmica).
Debido a la estrecha relación mantenida con la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), que premió en tres oportunidades a alumnos de nuestro Observatorio con una beca al Space Camp de la NASA e invitó al cuerpo docente del mismo a conferencias y congresos relacionados con las Ciencias del Espacio, y a través del Programa SEM (Space Experimental Module) desarrollado por la NASA con el objetivo de enviar módulos experimentales en el Transbordador Espacial con proyectos elaborados por Colegios o Institutos, es que tuvimos el honor de ser considerados para participar de este extraordinario evento.
De esta manera nuestros alumnos tuvieron la posibilidad de llevar adelante un experimento de carácter netamente científico (el primero de esta índole realizado por argentinos), de estar en contacto con materiales y técnicas sofisticadas de laboratorio y de ver coronado su trabajo con su inclusión en el transbordador espacial.
Así nació el proyecto MEDRACO, elaborado íntegramente por los alumnos interesados y el personal del Observatorio del CNBA. El proyecto se propuso medir las dosis de radiación ionizante (radiación gama y neutrones lentos) que existen en el espacio a una altura aproximada de 300 km, analizando las posibles consecuencias de esta sobre un ser humano y objetos en el espacio. Se presentó el proyecto a la CONAE, resultando seleccionado entre los proyectos que finalmente viajarían en el vuelo del transbordador espacial Atlantis.
Cabe destacar que los materiales que se utilizaron para realizar las mediciones fueron suministrados por el Laboratorio de Radio-dosimetría de la ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear), contando además con su colaboración. El trabajo preliminar consistió en la selección y preparación de los detectores, los llamados TLD, cristales muy pequeños, de medio centímetro de lado, capaces de medir radiación gamma, y los de Láminas (de unos 2 cm de lado) compuestos de un material orgánico que permite medir neutrones lentos basándose en las marcas que dejan en el material (trazas) llamado CR-39. Los detectores seleccionados se dispusieron en diversos tipos de contenedores que se distribuyeron apropiadamente para permitir un mejor análisis de los datos.
El proyecto armado fue entregado a la CONAE para su envío a los Estados Unidos donde se incorporó al transbordador, para ello se debieron seguir rigurosos procedimientos de seguridad y preparar una detallada lista de actividades que los astronautas debían realizar con nuestro experimento, cumpliendo los protocolos requeridos por el control de misión.
A partir de los datos obtenidos, que fueron analizados por los autores del proyecto, se evaluaron los efectos en materiales y en seres humanos expuestos a este tipo de radiación por estar en el espacio.
Si bien los resultados confirmaron la elevada tasa de radiación cósmica en el espacio (millones de partículas y radiación de alta energía impactando por segundo) y si bien, a pesar del error calculado, esos datos pueden ser tomados en cuenta para mejorar las medidas de protección de trajes y vehículos espaciales, claro está que lo primordial se basó en la extraordinaria experiencia que los chicos (y nosotros mismos) pudimos obtener de las actividades que se desarrollaron nada menos que para poner un trabajo propio en el espacio, interactuando con entidades de tanto prestigio como la CONEA, la CONAE y la NASA.
Estaremos eternamente agradecidos con todos ellos por habernos dado esta invaluable oportunidad.
Alumnos participantes del proyecto:
- Pablo Altamira (6to Exactas)
- Brenda Berstein (6to Humanísticas)
- Melina Flores (6to Biológicas)
- Guido Jajamovich (6to Exactas)
- Leandro Lombardi (6to Exactas)
Docentes tutores del proyecto:
- Ignacio Llorens
- Igor Prario
l informe presentado ante la CONAE puede consultarse aquí.